La música constituye uno de los productos de la Industria de la Creación más importantes para generar el imaginario cultural de una sociedad. Somos lo que escuchamos, lo que cantamos, incluso lo que tarareamos sin apenas hacer caso a la letra.
La música que escuchamos en las emisoras convencionales suele ser machista y atender a estereotipos sexistas, donde la mujer es objetualizada en muchos de los casos. Uno de los ejemplos más claros lo tenemos en el grupo La Mafia del Amor que dicen en sus letras: «Que a mí ya me da igual si eres menor o mujer. Quiero poderte besar, te quiero joder». Pero hay otros muchos ejemplos que pasan desapercibidos. La musicóloga Laura Viñuela fue noticia hace meses al hablar de las letras machistas de las canciones de Sabina en una entrevista para La Nueva España.
Beldur Barik. La play list de música feminista
Emakunde, el Instituto Vasco de la Mujer, apuesta por trabajar la prevención de la violencia machista desde la juventud. Uno de sus programas es «Beldur Barik» (sin miedo). Desde él jóvenes generan contenido por medio de concursos, además de participar en actividades encaminadas a visibilizar los buenos tratos.
Bajo el mismo nombre Beldur Barik, podemos encontrar en Spotify una lista de canciones que no estereotipan a la mujer ni sus relaciones. Canciones que se pueden considerar feministas. Esto no quiere decir que no haya otras muchas canciones que no recoge esta play list. Pero esta claro que este proyecto es un gran paso para hacer accesible de manera rápida una recopilación de temas que no podrán tachar de machista en ninguna fiesta.
Ejemplos como «Alma de Cantaora» de Amparo Sánchez, «Tú no eres mi papi» de Tremenda Jauria, «Bellas» de Mantaca de Cacao, «Born this Way» de Lady Gaga o incluso clásicas como «Respect» de Aretha Franklin. Hasta 200 temas de muy diferentes estilos componen esta play list que pretende convertirse en una alternativa en los espacios de ocio.
Esperamos que la lista siga creciendo con tantas canciones interesantes que demuestran la gran producción de alternativas al machismo en los productos culturales.
Qué la música continúe… feminista.
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